Estoy sentado frente a la computadora, con la ventanita de mi blog abierta.
Ya elegí la fuente y el tamaño, me acomodo un poco y dejo que la magia fluya a través de mis dedos...
Pero... no. No aparece nada. No salen palabras de mí. No logro verbalizar nada. No me convence ninguna frase.
No se me ocurre nada para escribir... y eso es algo que realmente detesto. Odio estar falto de inspiración.
Lo peor del asunto es que siento, adentro mío, que hay algo que escribir. Hay algo en mi mente, corazón o donde sea, que tiene que salir para afuera. Tengo mucho acerca de que escribir. Pero no lo logro.
Es tristemente insoportable.
Quizá sea el cansancio, quizá sea el aburrimiento, pero hay algo que bloquea mi fluidez.
Algo que mejor que se vaya pronto.
domingo, 2 de diciembre de 2007
Dedos inertes.
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2 comentarios:
A mi me pasa, a veces, cuando estoy hablando. Es un poco incómodo, porque estás por decir algo y, de pronto, quedás con tu mejor cara de: "mmm...ehhh...ob-la-di...ob-la-da"
- ¿¡¿Eh?!?
Es un instante en el que se corta el hilo conductor. Depende la persona, pero suele ser divertido!
Con la escritura tengo distintos momentos, que supongo están condicionado por el contexto y las vivencias (como todo al fin de cuentas).
Un abrazo!
Muchas grácias!
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