jueves, 25 de octubre de 2007

Ridículo

Hoy, cuando salí de la UNLa, me subí a un bondi que venía hasta las manos.
Pasa que hubo un "pequeño inconveniente" con los trenes y la pobre gente (y la gente pobre también) se tuvo... bah, nos tuvimos que volver todos en bondi.
Bueno, la cosa es que volvimos re apretados, y la gente seguía subiendo y seguía apretando.
Poco a poco me fui moviendo, como una sardina enlatada, hasta el fondo del asunto.
La gente seguía subiendo, por las puertas que podía, hasta que el bondi dejó de parar.
Bueno, la cuestión del asunto es que, ya llegando a destino, mucha gente que estaba en la parte de atrás del bondi se bajó. Y quedó un buen espacio para que la muchedumbre se distienda...
y acá viene el absurdo... ¡¡¡Se quedaron todos apiñados adelante sufriendo!!!
Y lo más ridículo de esto es que, en el fondo... ¡¡HABÍA ASIENTOS VACÍOS!!

Yo no se si lo que nos está faltando es fluidez de comunicación social, o capacidad para percatarnos de lo que es mejor para todos, o identidad social, o que se yo.
Pero me pareció muy ridículo.

martes, 23 de octubre de 2007

El tiempo

Yo digo...
¿Por qué el tiempo se mide en segundos y no en primeros?

Conseguir Monedas

¿Que pasó con las monedas?
¿En que recónditos escondites se refugiaron?
¿En que extraña y perversa oscuridad estan escondidas?
¿Es que se han negado a ser parte de este sistema?

Conseguir monedas para viajar se ha vuelto cada vez mas díficil.
Sobre todo en la vorágine de la hora pico.
Esa hora (horas, en realidad) grís en la que las caras de los demás se desfiguran.
Las personas dejan de ser personas y pasan a ser todos enemigos.

Pasan a ser enemigos por algo tan básico como que no te dejan bajar del colectivo,
te llevan por delante, no tienen cambio, no tienen hora, no tienen sonrisas,
no tienen infante... ya no tienen infante.

Y los árboles de la zona hacen su mejor esfuerzo por deslumbrarnos con las formas de sus ramas,
Y los perros se pasen contentos,
Y el viento sopla suavemente tu cara para refrescarte,
Y la lluvia llega feliz y nos llena de vida...

Pero nadie se detiene a ver esto... es un espectaculo sin espectadores.
Una fución que se suspende por quiebre.

Perdón, me equivoqué... por suerte.
Hay alguién que si lo hace...
Alguién con la inocencia sufieciente para hacerlo.
Tiene la inocencia, pero no la capacidad de transmitirnosla.
No puede verbalzar la luz que llega a su alma.
No puede hacernos saber que el mundo puede ser distinto.

Pero eso no es importante, claro que no...
Lo que de verdad importa es conseguir mis monedas,
tomarme el colectivo que quiero, sentarme,
llegar a casa y olvidarme de los demás, de los enemigos...

















No.
Me niego a cree que en vos hay un enemigo...
¿Por que tener un enemigo si puede ser mi amigo?
Yo creo que si puedo ver en ovs un amigo.
Me gusta ver no solo tu lado programado, tu lado predecible, tu lado profesional, el lado en vos que existe en mi mente por los preconceptos... quiero ver también tu lado humano, es lo que de verdad me importa de vos.
Es lo único que de verdad importa.

Un abrazo.

sábado, 20 de octubre de 2007

Un humor diferente

Quiero manisfestar un cierto grado de admiración hacia Liniers, el autor de Macanudo.
Tiene un punto de vista, una mirada de la realidad que no tiene cualquiera. Pero lo que mas quiero destacar es el contenido inocente que hay en su obra. La inocencia es, para mí, la mayor virtud que puede tener una persona. Y un alto grado de inocencia representa, para mí, un algto grado de madurez.
La verdad que no hace falta mas que leer algunas de sus tiras para darse cuenta de lo impresionante que es.
Y quería, aunque dificilmente lo lea, mandarle un abrazo muy grande.
Saludos a vos también, y un abrazo.

Fijense acá: http://www.porliniers.com/

jueves, 18 de octubre de 2007

Inestable

"Me desperté tarde y cansado. Al lavarme los dientes recordé que la canilla del baño no funciona, tuve que terminar dicha tarea en la cocina. Tras un breve desayunó me conecto a Internet. La comunicación con mis amigos vuelve más presentes las labores pendientes, "¿Como venís para Arte y Sociedad?"; "Che, hay que hacer el TP de Pietragalla"; "¿Cuando nos vamos a juntar para hacer los de Minsburg?"; "Nos tendríamos que poner las pilas para hacer lo de acústica".Y cuando la comunicación empieza a adquirir matices interesantes la conexión se corta, pero figura como conectada, lo que conlleva a tener que reiniciar la computadora. Pero no hay tiempo para eso, me quiero bañar. Pero antes mejor acomodo las cosas de la facu.Saco las carpetas que no voy a usar de la mochila y las pongo en la montaña de fotocopias desordenadas, de la cual saco los apuntes que si usaré. Preparo la campera. Busco la billetera... la billetera... no aparece. Como es usual al buscar algo cuando estas apurado/a no aparece más. Siempre está en el último lugar que se te ocurre buscar. Otra batalla se desata en la búsqueda de monedas para viajar, la batalla no es en si contra las monedas que se esconden. La batalla es contra uno mismo, para no estallar en cólera.Todo listo, excepto por el baño, que no pude darme. Ya es tarde para eso (el tiempo que corre). Mejor como algo antes de salir. Tengo suerte de que la comida esté fría y no dura, "algo es algo" me consuela mi conciencia.El viaje sin mayores problemas problemas (a menos que esté dispuesto a buscar algunos).Jornada estudiantil, aprendizaje moderado.Vuelta a casa, el olor a nafta del colectivo no ayuda a que me sienta mejor. Termina el primer viaje de colectivo. Bajo del mismo y me dirijo a la segunda parada del día. Reviso el bolsillo para recordar que no tengo monedas. Unos diez minutos preguntando en los negocios de la zona alcanzan para saber que nadie tiene cambio de dos pesos.Vuelta a casa caminando, doce cuadritas que son mi ejercicio diario.Y por fin... la llegada a casa. La primera escena es la de mi hermano frente a la computadora gritando incoherencias con otros dos amiguitos que también están gritando.Desensillo, me relajo. Y me preparo, en este contexto de barullo y cansancio, para leer algo.Luego de leer un poco destierro a mi hermano de su trono y me apodero de la computadora para hacer un poco de tarea vía MSN.
Se hace la "hora de comer". Como. Me conecto otro ratito y me voy a dormir.
Tirando en la cama, con una mezcla de sonidos de un partido de fútbol y Gran Hermano que provienen de otras habitaciones del departamento,
me digo: Así se va otro día sin haber tocado la guitarra..."

Propuesta: Hay tanto que quiero hacer y no hago... Hay tanto que "debo" hacer y no hago... Hay tantas cosas que quisiera hacer pero "no puedo"... Si sigo así la pereza va a terminar acabando con lo poco que queda de mí.

Respuesta: Hay tanto que hago bien. Hay tanto de lo que hago que me hace bien. Tengo suerte de poder conectarme por la mañana y leer “¿Che negro, como vamos a hacer TP?”. Hay tanto que puedo agradecer… Pero quiero agradecer en particular a mis amigos, que hacen que este camino sea más fácil de caminar.
Hoy Raúl Minsburg (profesor de la UNLa) dijo “Podrían estar peor.” En respuesta a nuestra frase (Mía y de Miguel) “Podríamos estar mejor”. Esto parece un hecho muy sencillo o inocente si se quiere, pero se trata de algo muy importante que es eso de “Ver la mitad del vaso llena” pero aplicado en la realidad.
Con eso concluyo mi idea, con una mirada positiva del aparente “mal día” anteriormente descripto.

Así y todo sigo siendo un ser inestable.
Un abrazo.

martes, 25 de septiembre de 2007

El mejor de los alagos.

Este agradecimiento es casi anacrónico.
Hace un tiempo, por las fechas de sonoimágenes (festival de la facu) en capital, a la salida del concierto de la mañana del viernes, fuimos con Tamara y Hernán (amigos de la facu) a comer una pizza.
De ahí salimos para una disquería/librería que había a unas cuadras. Pasa que me quería comprar "Metropolis pt 2: Scenes from a memory" (sexto álbum de Dream Theater). Ya que estaba, nos quedamos viendo discos y libros. Y en esta búsqueda Tamara encuentra un libro y me dice: "Mirá, este para vos. "El niño que no se podía portar bien"

Y acá se queda mi relato.

Yo personalmente considero la inocencia una de las mayores virtudes que puede poseer una persona. Y está (o estuvo) al alcance de todos, desde que uno/a nace. Uno/a no nace con calle, uno/a nace inocente. Y esa inocencia esta muy poco valorada en esta sociedad en la que resulta más importante tener un celular con cámara para sacarle fotos a un paisaje que disfrutar del paisaje mismo. Una persona madura, para mí, es una persona inocente que se hace cargo las responsabilidades que elija tener.
Y los niños están repletos de esa inocencia. Y uno no deja de ser niño mientras la conserve. Por eso quería agradecerte, Tamara, por ser tan observadora. Por darte cuenta de mi esfuerzo por ser inocente, por ser un niño. Generalmente no lo veo reflejado en las actitudes de los demás.
Así que gracias de nuevo.

Y a vos, que venís leyendo esto, te invito a intentar vivir una vida inocente. No digo que sea la manera más fácil de vivir, ni que te vaya a gustar. Digo que es mi preferida, y que la vengo pasando muy bien hasta ahora.
Un abrazo fuerte a todo/a aquel/lla que lo necesite.
Besos.

lunes, 24 de septiembre de 2007

La hora aburrida

Llegó nuevamente la hora en la que no tengo nada para hacer. Estoy solo. La comunicación se vuelve nula, es como hablarle a una pared, solo que es una pantalla con colores y códigos descifrables. Entonces, vaya a saber uno por que, me vienen imágenes a mi mente. Imágenes de mi memoria, pero no de toda mi memoria; de los últimos días, de las últimas semanas. Y acompañando a estas imágenes llegan preguntas de difícil respuesta. "¿Estoy obligado a recibir la realidad de esta manera?", "¿Puedo hacer algo al respecto?".
Siempre, a estas preguntas, se presentan respuestas. Que muchas veces me cuesta digerir.
Es en esta hora aburrida en la que la reflexión se presenta de esta y de muchas otras maneras. En forma cíclica, repetitiva. Es una hora en la que el sueño no llegó del todo, pero la mente ya dejó de funcionar. Entonces, quizás por instinto, dejo esto escrito acá. Para saber si a vos también te pasa. Para poder leer lo que vos pensás cuando esté en algún estado de mayor lucidez.

Sin embargo, no se por que, me siento conforme en este estado. Siento que mi conciencia alcanza un nivel, o niveles, que me permiten entender cosas que no puedo plasmar en texto. Pero que tratare de hacerlo conforme pase el tiempo y mi dialéctica se vaya perfeccionando.

Sin vuelta de tuerca me despido. Sin cierre para esta idea que quedará abierta por ahora. Espero que te haya servido para algo.